Sobre participar en el Desafío Alfombra Verde (Green Carpet Challenge):
"Siempre he tenido este problema enorme. Me encanta usar prendas que tienen un origen ético, pero no hay suficientes opciones para que sea capaz de lograrlo... Nos pareció que [el proyecto] era algo que yo tenía que hacer, algo que había estado esperando".
Sobre tratando de resolver el problema:
"Tal vez habría menos problemas si fuéramos realmente conscientes de dónde y cómo se hacían las cosas. No apoyamos el trabajo esclavo en este país, por lo que no hay que apoyar esas condiciones en otros países. No puedo entender porqué la ropa ética es una especialidad y no una norma básica. ¿Por qué es especial tener algo que sabes que no se hizo en condiciones terribles por una niña de 12 años de edad, de 20 peniques por hora?".
Sobre prepararse para la alfombra roja:
"Prepararse para un evento puede sentirse como una gran presión. Usted tiene que considerar, 'verá la gente de mi falda? Será transparente con los flashes?'. Así que voy a hacer una sesión de prueba, una prueba de pie... Es desesperante. La gente realmente escudriña... En la alfombra roja, estoy por lo general con mucha incomodidad - mis zapatos son incómodos, no puedo respirar con el vestido. No es mi estilo de todos los días".
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