La actriz de 38 años de edad contó una historia sobre cómo su traje daba miedo a todos los niños que visitaban el set, excepto a su propia hija Vivienne, quien tiene un pequeño papel en la película como la joven Aurora.
"Lo extraño era que la gente con niños pequeños podían visitar el set y yo pensaba: 'Soy un personaje de Disney!'", dijo Angelina (via EW). "Me gustaba ir a los niños y decirles hola. Y ellos gritaban y salían corriendo. Un niño pequeño en realidad dijo a su mamá: 'Por favor, dile a la bruja mala que me deje de hablar'".
"Ella fue la única de 4 años de edad que no gritó", añadió Angie de su hija Vivi.
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